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Un Centenar de Mayores de 40 Años Superan el Acceso a la Upv - Deusto Knowledge Hub Explorer

Un centenar de mayores de 40 años superan el acceso a la UPVFDEZ. VALLEJOa mfernandez@elcorreo.comPara poder matricularse en un grado deben aprobar un examen adaptado a este colectivo de más edad o acreditar experiencia laboralBILBAO. Entre los más de 10.000 alumnos que han completado este año la selectividad y que iniciarán el próximo septiembre sus estudios universitarios hay un pequeño grupo de aspirantes, más de trescientos, que se presentaron a las pruebas específicas para mayores de 25 años, diferentes a las del resto de aspirantes. Otros 150 eran candidatos por encima de los 40 años, a los que se aplica un proceso de selección muy adaptado a sus características -hay una vía incluso que valora la experiencia laboral-. La Universidad Pública Vasca (UPV) guarda un cupo de plazas, de entre un 1% y un 2%, para que estos alumnos veteranos tengan también su sitio en las aulas de las facultades.A los mayores de 45 años -se presentaron 112se les examina de lengua castellana, euskera y un comentario de texto con el fin de comprobar que están capacitados para seguir con éxito los estudios universitarios. De la prueba de lengua vasca están exentas todas las personas que han nacido antes de 1971 y las que no hayan cursado la enseñanza obligatoria en el País Vasco. De los 112, aprobaron 73; es decir, el 65%. El número es algo superior al del pasado año, en el que superaron los exámenes 67 mayores de 45 años.No hay límite de edad, la UPV ha tenido en sus aulas a alumnos de más de 60 y de 70 años en estudios oficiales. En primer curso del año académico que acaba de finalizar, algunos grados orientados a ejercer una profesión como Medicina, Fisioterapia o Administración y Dirección de Empresas, han tenido estudiantes veteranos; pero lo habitual es que opten por carreras relacionadas relacionadas con las ciencias sociales, las bellas artes o la educación y que estudien por placer.Es el caso del vitoriano José Miguel Balerdi, de 58 años, que el próximo curso estudiará el grado de Geografía y Ordenación del Territorio. La empresa de muebles en laque trabajaba quebró y él lleva tres años de baja por una lesión de espalda. Su mujer tiene un empleo, y sus tres hijos ya son mayores. «Mi mujer se va a las siete de la mañana y no nos vemos hasta la tarde. Tengo mucho tiempo libre. Me planteé que era el momento de estudiar la carrera que siempre me ha gustado, Geografía», explica.Sabe que sus posibilidades de volver a trabajar son muy pocas y, por eso, ha elegido los estudios sin tener que preocuparse por sus salidas laborales. No le quita el sueño que sus compañeros de clase vayan a ser más jóvenes incluso que sus hijos. «El día que fui a matricularme, estaba en la fila con todos los chavales y parecía el abuelo porreta. Cuando me tocó el turno, el trabajador que me atendió me preguntó a quién iba a matricular y le dije que yo era el alumno. Se sorprendió». José Miguel dice que está «muy ilusionado» ante su futuro como universitario.Reserva de plazasSi el perfil de este vecino de Vitoria es el más habitual entre los estudiantes veteranos, no es el único. Hay universitarios mayores de 40 años que vuelve a las aulas para conseguir el título que necesita en su vida profesional o para acreditar de forma oficial los conocimientos que el desempeño de su trabajo les ha proporcionado. La UPV les ofrece la vía de acceso por acreditación de experiencia laboral. Para ello, cada decanato valora los méritos del aspirante y comprueba si se ajustan a las enseñanzas del grado que quiere cursar. Tienen que realizar, ademas, una entrevista personal. Un total de 24 candidatos ha optado por esta vía y 20 han logrado superar la selección que les permite matricularse en una carrera.A través de esta modalidad de acceso no se pueden cursar todos los grados de la UPV, en concreto cuarenta, la mitad de la oferta de la institución académica. Esta opción da paso a la mayoría de las ingenierías, enfermería, algunos estudios científicos, los títulos relacionados con la empresa y la enseñanza, y prácticamente todos los de ciencias sociales y humanidades. Las carreras más habituales en las que se matriculan son Enfermería, Trabajo Social, los relacionados con Publicidad, Periodismo y Arte.El bilbaíno José Larrínaga ha superado el proceso de acceso a la UPV por esta vía de la experiencia laboral. Y la pasada semana se encontraba en lista de espera para el grado de Publicidad y Relaciones Públicas. Es la forma de quitarse una es-IIIJosé Miguel Balerdi, de 58 años, estudiará el grado de Geografía y Ordenación del Territorio. j. andradepinita de encima. «Estudié en la antigua escuela de radio y televisión durante cuatro años, pensando que iba obtener un título oficial y no fue así. Fueron años tirados. Ahora tengo la oportunidad de acreditar mis conocimientos y mi experiencia en este campo», comenta.El tercer colectivo que entra en la UPV por una vía diferente a la del Bachillerato y la FP, son los mayores de 25 años. En esta última convocatoria se han presentado 348 y han aprobado 164, el 52%. En su caso las pruebas son más exigentes que las de los aspirantes que superan la cuarentena. Tienen ejercicios de lengua castellana, euskera, idioma extranjero y comentario de texto. También deben examinarse de dos asignaturas a su elección según la carrera elegida.Este grupo de estudiantes que superan los 25 años se matriculan en la mayoría de los grados. Tienen un cupo reservado para ellos en cada titulación de un 2% de las plazas. A los mayores de 40 y a los de más de 45 años se les reserva un 1% de los puestos.Una alumna de Derecho de 58 años que quiere estudiar para defenderseEntre los estudiantes veteranos que se han matriculado para el próximo curso en la UPV hay casos en los que les mueve la necesidad de labrarse un futuro, aunque se encuentren casi en edad de jubilarse. Clara González Alvarado, de 58 años, salió de Venezuela por motivos políticos y tras ocho años de lucha por legalizar su situación en España y poder firmar un contrato de trabajo, ha decidido estudiar Derecho en la UPV. Casi a la desesperada. «Me gusta esta carrera, pero sobre todo necesito conocer los entresijos de las leyes, de la justicia, para ser capaz de defender mi causa y conseguir el asilo político», comenta entre la ilusión y la desesperación por los años quelleva de lucha y papeleos inútiles, entre embajadas y juzgados.Esta antropóloga pasó de ser profesora de Universidad en Venezuela a vivir en un centro de acogida en San Sebastián, en el barrio de Txintxerpe. «Al llegar al poder Hugo Chávez nos echó de la Universidad a todos los docentes que, por ideas políticas, consideraba contrarios al Gobierno. Y también presionó a los empresarios para que no nos contrataran». Se quedó en el paro y sin futuro. «Chávez acabó por echarnos del país», se lamenta Clara.Vive desde hace tres años en San Sebastián y ha conseguido una ayuda social que le ha permitido dejar el centro de acogida en el que residía y trasladarse a una habitación de alquiler en un piso del barrio de Amara. Está decidida a acabar la carrera de Derecho en la Universidad vasca y luchar por solucionar su caso y el de «otras personas que estén en mi situación».

Fdez. Vallejo

2014-03-08T00:00:00

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