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Gaizka Benguria y Philippe Govaert, Dirigen la Carrera: «en la Bilbao-bilbao No Corres, Disfrutas - Deusto Knowledge Hub Explorer

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Gaizka Benguria y Philippe Govaert, Dirigen la Carrera: «en la Bilbao-bilbao No Corres, Disfrutas - Deusto Knowledge Hub Explorer
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4»LOS DATOSGaizka Benguria y Philippe Govaert, organizadores de la Bilbao-Bilbao. :: fernando gómez«En la Bilbao-Bilbao.Gaizka Benguria y Philippe Govaert dirigen la organización de la clásica que llenará Bizkaia de bicicletas el 15 de marzo:: J. GÓMEZ PEÑA BILBAO. Ahora que tras semanas de lluvia el tiempo parece que se va secando, Gaizka Benguria y Philippe Govaert se frotan las manos. Son los responsables del equipo de«casi 500 personas» que hace posible desde 1988 la celebración de la Clásica Cicloturista Bilbao-Bilbao. Ha vuelto el sol a Bizkaia y los dos confían en que dure hasta el 15 de marzo, día de la prueba que recorre 115 kilómetros por el final del invierno vizcaíno. La hilera de ocho mil ciclistas anuncia cada año la primavera. Colores. «Es un día para disfrutar en bicicleta con los amigos. Seis horas para pasarlo bien, hacer turismo y también ciclismo», resume Benguria, que es árbitro de ciclismo, como Iñaki Oria y JavierIturbe, los dos inventores de la Bilbao-Bilbao. «Philippe y yo hemos heredado el trabajo que hicieron ellos», agradece Benguria, que ya tiene todo listo para que la gran clásica sea una fiesta. Todo, salvo el parte meteorológico. «Bueno, si ese día llueve, se podrá disfrutar igual», anima. No hace falta. La Bilbao-Bilbao es un valor seguro, una especie de flautista de Hamelín que pone a pedalear una marea de bicicletas. Al cicloturismo le sienta bien el sol. Govaert es cicloturista, aunque nació entre nubes, en Flandes (Bélgica) y se trasladó a Bilbao «hace ocho años, en un febrero gris», bajo las mismas nubes. Vino con el pasaporte de Erasmus a la Universidad de Deusto para ser lo que hoy es: abogado. El viaje no tuvo retorno: «Conocí aquí a mi esposa y aquí sigo». Hubo otro flechazo al poco de llegar. «Lo primero que hice en Bilbao fue apuntarme a esta clásica cicloturista. En Flandes, todos tenemos una bicicleta. Si eres deportista, andas en bici. Es nuestra cultura». Le gustó la Bilbao-Bilbao. Se sintió en casa. «No es una carrera. Me va esta forma de ver el cicloturismo. Así es en Bélgica y en los países del norte. En cambio, aquí las marchas cicloturistas parecen competiciones», diferencia. La Bilbao-Bilbao es la excepción.En ese punto, en conseguir despegarle el carácter competitivo al cicloturismo, está una de sus batallas. «Para mí es lo más difícil de conseguir -comenta Benguria-. Es un tema de mentalidad y, afortunadamente, cada año va cuajando más nuestra visión. Aún queda gente que va pegada al coche que abre la marcha y que, si pudieran, irían más rápido, pero, poco a poco, va cambiando esa mentalidad». Además, añade Govaert, la Bilbao-Bilbao permite tomar la salida entre las ocho y las nueve de la mañana, en cinco turnos. «Si quieres ir más deprisa, sal en el último grupo. Puedes ir a una velocidad media de 32 kilómetros por hora, que no está nada mal», señala.Benguria y Govaert llevan tres años al frente de BideBike, la entidad que organiza la Bilbao-Bilbao. Usan el molde que les dejaron Oria e Iturbe y sacan cada año una edición que repite éxito popular. «Nos parecemos al cicloturismo que se hace en el norte de Europa. El Tour de Flandes, que es la prueba más grande, reúne a 16.000 cicloturistas. Y les ofrece tres recorridos: uno de 70 kilómetros, otro de 140 y el que hacen los profesionales, de 260», aporta Govaert, que conoce como participante la gran clásica belga. «Soy flamenco y he tenido el lujo de vivir en las dos regiones con mayor afición al ciclismo», resalta. En Flandes el ciclismo es el deporte rey, forma parte de la familia, del manual de costumbres. «Aquí también la afición es enorme. Recuerdo cómo estaba Bilbao cuando Igor Antón ganó la etapa de la Vuelta a España. Era como el Tour de Flandes o la París-Roubaix», subraya.La seguridad, punto claveTejer una clásica que coloca sobre el asfalto más de ocho mil bicicletas es un reto para la seguridad. «Ahí es donde más empeño ponemos», asegura Benguria, que agradece a los voluntarios su apoyo, su labor en cada cruce. «Casi todos repiten y eso facilita las cosas». No es fácil controlar el tráfico en los 19 municipios que pisa la clásica. Un error o una imprudencia pueden acabar en la ambulancia. La Bilbao-Bilbao nada tiene que ver con clásicas como la Quebrantahuesos, que presumen de un carácter casi competitivo y Fecha. 15 marzo, domingo. Salida. De 8.00 a 9.00 horas, en cinco turnos, desde el Puente de Deusto. Recorrido. 115 kilómetros, con subidas a Andraka, Unbe, Artebakarra y Morga. Avituallamiento en el Parque Tecnológico de Zamudio. Meta. En la Gran Vía de Bilbao. Los participantes llegarán desde las 12.30 a las 14.00 horas. El tiempo máximo para cubrir el recorrido es de seis horas, lo que supone una media de 19 kilómetros por hora, muy asequible. Inscripciones. El formulario de pre-inscripción está en la página web: www.bilbaobilbao.com. Y también en el Centro Comercial Zubiarte. Horarios: 11, 12 y 13 de marzo, de 18.00 a 20.30 horas. El sábado 14 de marzo, de 10.00 a 20.00 horas. Y el domingo 15 de marzo de 7.00 a 8.30 horas. Precio. Federados, 17 euros. El resto, 22.in; ¿yo prier-, Cada participante recibirá un premio al llegar a la meta de la clásica, patrocinada por EL CORREO.que suponen un reto físico mucho mayor (200 kilómetros y varios puertos pirenaicos). «Alguien que anda habitualmente en bici no tiene ningún problema para acabar la Bilbao-Bilbao. Al que no suele salir a pedalear, sí le recomiendo que se prepare algo y que entre en nuestra página web (www.bilbaobilbao.com) para ver todas las cosas que le ofrecemos. El recorrido es asequible. Y bonito», vende Benguria. Tiene cada año miles de compradores. «Me gusta cruzarme con gente que viene siempre, aficionados de aquí, de Madrid, de Barcelona, de Canarias, de Francia...».Por ese éxito de participación que se repite desde 1988, la BilbaoBilbao no cambia. La palabra carrera está prohibida. «Es la única clásica no competitiva», insiste Govaert. Su sello. Ciclismo y turismo. La clásica vizcaína es el paseo dominical de una mañana de mediados de marzo que cubre de color y bicicletas las arterias de asfalto de Bizkaia. Más de ocho mil ciclistas que no corren; disfrutan.
Author
J. Gómez Peña Bilbao. Ahora Que Tras
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2015-08-03T00:00:00
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