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Políticas Sociales: Inversión Rentable para Euskadi - Deusto Knowledge Hub Explorer

Políticas sociales: inversión rentable para EuskadiFÉLIX ARRIETA E ÍÑIGO CALVOPROFESORES DE LA UNIVERSIDAD DE DEUSTOEs mucho más costosa una familia a la que se deja caer por la resbaladiza pendiente de la exclusión que otra que se mantiene a flote gracias a las ayudas públicasLa tempestad económica que vivimos desde hace más de un lustro ha aflorado importantes tensiones económicas y sociales en Euskadi. El desempleo ha escalado hasta cotas de hace dos décadas, la percepción de la ciudadanía hacia la inmigración ha empeorado y desde ciertos sectores se empieza a utilizar la Renta de Garantía de Ingresos (RGI) y otros instrumentos de inversión social como tema de confrontación política.Las personas que firmamos este texto creemos que, ante el alarmismo y los ataques injustificados a la política social vasca, es necesario reenfocar el debate sobre este tema y aportar datos y reflexiones en torno a los beneficios sociales y económicos que ha producido la misma.Somos conscientes de que queda recorrido de mejora en la gestión de las políticas sociales, que se debe perseguir el fraude y que es prioritario asegurar la sostenibilidad futura del Estado de bienestar. Pero también creemos que la victimización del colectivo que se acoge a las prestaciones sociales es peligrosa tanto para nuestra cohesión social como para nuestra actividad económica.En primer lugar, consideramos que no se debe poner en duda el valor social de la Renta de Garantía de Ingresos. Recientemente Joseba Zalakain, director del SiiS, daba argumentos claros y perfectamente entendibles al respecto. Desde la puesta en marcha de la RGI la tasa de pobreza se ha reducido en un 40%. Además, esta red de protección, junto con otro conjunto de medidas, ha permitido a la comunidad autónoma vasca (CAV) disfrutar de un sistema de servicios sociales equiparable al del entorno europeo.¿Cuál es pues la lógica que reside detrás de este cuestionamiento ¿Acaso se trata de la búsqueda de un buen funcionamiento de las políticas públicas Si así fuera, no se hubiera buscado como chivo expiatorio al colectivo de personas inmigrantes, colectivo que, según datos de Ikuspegi, en la CAV representa tan solo el 6% de la población. Y es cierto que solicita estas ayudas en mayor proporción.¿Pero acaso no hay que tener en cuenta lo que supone la red de apoyo para una persona ¿Cómo cuantificaríamos lo que nuestros padres, amigos, y demás conocidos hacen por nosotros a lo largo de la vida Pues ahora traduzcámoslo a las personas que no lo tienen, y veremos cómo desaparece la palabra abuso de nuestro diccionario.De forma complementaria a estas reflexiones también se ha de resaltar la contribución económica de las políticas sociales. La Renta de Garantía de Ingresos, por ejemplo, es el último muro de contención de miles de familias para no caer en la exclusión social. Este y otros instrumentos sociales son cruciales a la hora de combatir la desigualdad. Un fenómeno que, tal y como apuntan Richard Wilkinson y Kate Pickett, es corrosivo para la actividad económica, el empleo y el bienestar.En otras palabras, es mucho más costosa económica y socialmente una familia a la que se le ha dejado caer por la resbaladiza pendiente de la exclusión social que otra que se mantiene a flote gracias a las ayudas públicas.Además, debido la inusitada dureza y persistencia de la actual situación económica, la mitad de las personas desempleadas en Euskadi se están convirtiendo en parados de larga duración. Este hecho provoca que pierdan habilidades y competencias necesarias para volver a reincorporarles al mercado laboral. Una situación que puede desembocar en histéresis laboral o cronificación del desempleo. Lo que significa que, aunque vuelva a reactivarse la economía, estas personas puede que nunca logren volver al mercado laboral.Las políticas sociales, como las políticas activas de empleo, son una inversión clave para conseguir reactivar a estas personas y que puedan volver a tener oportunidades vitales a través de un empleo digno. Una inversión que no solo es positiva para la persona receptora, sino para el conjunto de la sociedad.Defender que las políticas sociales son rentables y beneficiosas no está reñido con la exigencia de una mejor gestión de las mismas. Nuestras administraciones públicas deben avanzar en eficiencia y eficacia a través de la eliminación de duplicidades, la mejora de sus procesos y la lucha contra el fraude fiscal, laboral y social.Respecto a este último punto no deja de ser sorprendente que se ponga de manifiesto el fraude en las ayudas sociales, que sin duda hay que combatir, mientras las haciendas forales vascas presentan una de las mayores cotas de economía sumergida y fraude fiscal del conjunto de las haciendas de la Europa occidental. Tampoco es comprensible que no exista un único plan contra el fraude fiscal en Euskadi y que, por ejemplo, a una persona de Ermua se le aplique un protocolo contra el fraude fiscal mientras que su vecino de Eibar está sujeto a otro completamente distinto.En base a los argumentos expuestos y los datos aportados, creemos que sólo desde una posición de poca responsabilidad política y de una búsqueda de objetivos que nada tienen que ver con la redefinición de las políticas sociales se puede plantear el debate de la forma en que se está haciendo.Las políticas sociales no son un despilfarro económico que esconde una masiva bolsa de fraude. Las políticas sociales son una inversión crucial que ha reportado beneficios vitales tanto a las familias que reciben estas prestaciones como al conjunto de la ciudadanía vasca.Se trata de una inversión rentable que, aunque hay que seguir mejorando y dotando de mayor eficiencia, es vital para asegurar la cohesión social y nuestro bienestar como sociedad. Y el futuro se basa precisamente en eso, en invertir hoy de forma rentable para asegurarnos el bienestar del mañana.:: JOSÉ IBARROLA

Félix Arrieta E Íñigo Calvo

2014-10-31T00:00:00

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