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Bilbao en Blanco y Negro - Deusto Knowledge Hub Explorer

Navegando de bolinaBilbao enblanco y negroPORJuan Carlos RamírezEscuderoL·ESTA semana he contado con el raro privilegio de asomarme a nuestra ciudad desde los tejados del Guggenheim, rodeado de miles de planchas de titanio perfectamente pulidas y abrillantadas y este lujo de ver Bilbao desde esas alturas, de pasar de peatón a pájaro me trajo el recuerdo de aquellos mismos paisajes hace escasas décadas. Aquel Bilbao negro en el que pasamos la infancia quienes aún no hemos llegado a la sesentena, aquella campa de los ingleses repleta de contenedores, un puerto mercante dentro del corazón de la ciudad. Aún me acuerdo de cuando de crío y viviendo en el comienzo de la calle Iparraguirre aún se escuchaba el ronco zumbido de la sirena nocturna de los barcos cuando abandonaban los muelles. Y aquellos atascos cuando aún se abría el puente de Deusto para que pasara el Segre, un barco blanco de la línea naviera Pinillos que aún atracaba frente a la universidad de Deusto y que parece que traía plátanos desde Canarias. Era un Bilbao negro sin zonas verdes -excepto el eterno parquesin columpios y áreas de juego para los críos y con una feroz contaminación que ennegrecía nuestros ya de por sí oscuros cielos. Una ciudad dedicada exclusivamente a la producción y a la generación de riqueza sin pensar nunca jamás en lascondiciones medioambientales y paisajísticas sacrificadas constantemente en aras de aquélla creación de riqueza. La negrura de la ciudad para todos y la riqueza para unos pocos.Y toda esta negritud física de la ciudad estaba perfectamente acompañada por la inquisición política y moral de la dictadura franquista. Pero el nuevo régimen político, la posibilidad de administrarnos a nosotros mismos disponiendo de más recursos una vez levantado el castigo franquista de los fueros por ser malos en la guerra civil y la honrada y perfecta gestión y planificación de Ayuntamiento y Diputación, hicieron que el milagro fuera posible y -desde las alturas titaniadas del Guggenheimyo pensaba en eso; heredamos una ciudad sucia y antigua en blanco y negro y dejamos a quienes nos sigan una ciudad limpia y moderna en color. No hemos logrado por ahoradejarles una buena situación de economía y empleo, pero la ciudad en la que viven -el Bilbao del que disfrutanno tiene nada que ver con el que nosotros pateamos en los sesenta y setenta. Deberíamos recordárselo como enseñanza de que todoEl Bilbao del que disfrutan no tiene nada que ver con el que pateamos en los 60 y en los 70 y deberíamos recordárselo-en esta vidaes mejorable porque pueden llegar a pensar que el Euskalduna, Guggenheim, paseos, zonas verdes, metro, etc. llevan toda la vida en Bilbao y estaría bien que conocieran la diferencia entre su Bilbao y el nuestro de aquellos tiempos. Heredamos una ciudad en blanco y negro y les hemos dejado un Bilbao en color. Y ese color lucía muy lindo desde los tejados del Guggenheim...«

Juan Carlos Ramírezescudero

2015-07-02T00:00:00

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