European
Data Catalogues
Dataset

HTML

Sub menu


¿Un arte del Olvido? - Deusto Knowledge Hub Explorer

Dataset Profile

Odm ID
d64321f6-5d1f-3ea8-8b81-ce6adbad9e81
Title
¿Un arte del Olvido? - Deusto Knowledge Hub Explorer
Notes
¿Un arte del olvido ENRIQUE PALLARÉS MOLÍNSDOCTOR EN PSICOLOGÍA. PROFESOR EMÉRITO DE LA UNIVERSIDAD DE DEUSTOApesar de la actitud ambigua actual hacia la memoria, a nadie le extraña que se fomente su mejora. Pero, ¿resulta sensato siquiera plantearse la posibilidad de un arte del olvido, de un conjunto de estrategias para olvidar ¿Convendría dejar de considerar el olvido solo como la antítesis indeseable de la memoria Harald Weinrich, en su erudito y sugerente estudio cultural del olvido, define al hombre como animal obliviscens, animal que olvida. Théodule-Armand Ribot afirmó en 1881, en Las enfermedades de la memoria, que «el olvido, salvo en ciertos casos, no es una enfermedad de la memoria, sino la condición de su salud y vida».Cuenta Cicerón que Simónides de Ceos, poeta griego al que se le atribuye la invención del método de los lugares -técnica mnemónica todavía en uso-, se ofreció al general y estadista ateniense Temístocles para adiestrarle en el arte de la memoria. Temístocles, dotado al parecer de una excelente memoria -según Plutarco conocía por su nombre a cada uno de los atenienses-, rehusó este ofrecimiento alegando: «Prefiero el arte de olvidar; porque recuerdo lo que no quiero y no soy capaz de olvidar lo que quiero». Retener todo, y con la misma intensidad, no favorece el aprendizaje significativo ni resulta positivo para la salud mental y las relaciones sociales.Funes el Memorioso, personaje de uno de los relatos de Jorge Luis Borges, que tenía la facultad -o la desgraciade retener toda la información que captaba, se quejaba amargamente: «Mi memoria, señor, es como un vaciadero de basuras». Parecido era el problema de Salomon Shereshevesky, prodigioso mnemonista, que acudió al neuropsicólogo ruso Alexander Luria en busca de remedio al sufrimiento que le producía el no poder olvidar. Un principio esencial del aprendizaje es el borrado o desvanecimiento de la información irrelevante. Junto a la mnemotecnia tendría su sitio la letotecnia, neologismo acuñado por Luria, derivado del mitológico río Leteo, el río del olvido.El olvido ocurre con facilidad cuando se intenta recordar un dato, y resulta muy difícil si se desea olvidar algo negativo. Como dice Baltasar Gracián, «no solo es villana la memoria para faltar cuando más fue menester, pero necia para acudir cuando no convendría: en lo que ha de dar pena es prolija y en lo que había de dar gusto es descuidada». Poco antes, afirma Gracián que el olvido es más dicha que arte. Pero una dicha que se puede atraer, al menos parcialmente.Algunos se esfuerzan sin éxito por liberarse de la pervivencia dolorosa del pasado; es más, precisamente el mismo esfuerzo ansioso por olvidar puede llevar, en palabras de Daniel Wegner, al proceso irónico de avivar y perpetuar esa desazón interior. Un primer paso es permitir a ese recuerdo molesto que vaya y venga -sin esforzarse en rechazarlo, pero tampoco en llamarlo-, para que así termine por someterse a la ley general del olvido. Salvo en la ficción, resulta imposible revertir el tiempo y rehacer el pasado. Pero es posible cambiar la actitud hacia ese pasado, sobre todo cuando amarga el presente y constituye un lastre para el futuro. Aceptar nuestros errores pasados y aprender de ellos, así como perdonar y perdonarnos, son algunas de las estrategias que ayudan a reescribir nuestro pasado y a olvidar o desactivar, de forma sana y realista, experiencias del pasado que nos inquietan. La era digital ha introducido cambios importantes, no solo en la función de la memoria, sino en la posibilidad del olvido. La multiplicación, simple e instantánea, de los archivos electrónicos resulta deseable en cuanto posibilita el acceso rápido a todo tipo de información. Pero también lleva a que nuestra información personal quede registrada, sin que podamos cancelarla ni controlar su uso. ¿Es necesario un olvido digital El escritor suizo Hugo Loetscher propuso una fiesta de la liberación, en la cual se aplicaría, de forma generalizada, el comando delete: un borrado total y definitivo. Esta propuesta, más utópica que realista, prevista para el 31 de diciembre de 1999, no se cumplió. Es más, hoy contemplamos impotentes cómo nuestra información perso-nal se archiva en la nube con caracteres indelebles. Tal vez, solo nos queda clamar sin cesar para que los legisladores y gobernantes no olviden nuestro derecho al olvido.El olvido puede también resultar saludable en una sociedad contra los excesos y distorsiones de la memoria. Pero, ¿cómo concretar lo que se puede olvidar del pasado Además, con frecuencia, en lugar de por el olvido natural del pasado se opta por su manipulación: una forma perversa de olvido. El pasado, en lugar de en maestro, se convierte en arma arrojadiza. Aquí no sirven las aguas del Leteo, la flor del loto ni cualquier otro remedio mágico. Tampoco sería deseable una amnesia general. Para guiar un proceso de olvido saludable son necesarios, más bien, entre otros, los valores de la justicia, la verdad y la tolerancia. Se evitará así que un exceso de memoria se transforme en el tóxico letal del resentimiento y del odio.Umberto Eco, en una reunión informal, planteó con ingenio y humor la posibilidad de un ars oblivionalis, un arte del olvido, contrapunto al ars memoriae, practicada con éxito durante siglos. Especuló, incluso, sobre el departamento universitario al que se debería adscribir esta materia. ¿Una disciplina oxímoron, es decir, contradictoria en sí misma El especialista en semiótica llega a la conclusión que ya adelanta en el título del ensayo: ¿Un arte del olvido Olvídala. Pero el olvido resulta necesario, y también el arte del olvido, porque el olvido puede ser, en lugar de enemigo, un excelente complemento, incluso una función esencial de la memoria.
Author
Enrique Pallarés Molíns
Author Email
Catalogue Url
Dataset Url
Metadata Updated
(not set)
Tags
Date Released
2015-10-02T00:00:00
Date Updated
Update Frequency
Organisation
Country
State
Platform
html
Language
es
Version
(not set)