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Piden a Interior que el Memorial Acoja También los Abusos Policiales - Deusto Knowledge Hub Explorer

lïlmJ_ElhifVI ./if.-MJorge Fernández Díaz, con el informe de la Comisión de Expertos sobre el nuevo Centro para la Memoria de las Víctimas , conversa ayer con Marimar Blanco. efePiden a Interior que el Memorial acoja también los abusos policialesElzo, de la comisión de expertos, va más allá y reclama «relevancia» incluso para la torturaLEYRE IGLESIAS BILBAO El Ministerio del Interior debería relatar en el futuro Centro para la Memoria de las Víctimas del Terrorismo, con sede en Vitoria, que en la lucha contra la lacra del terrorismo de ETA «algunos elementos del Estado» han recurrido a «medios ilegítimos o abusos y graves violaciones de derechos humanos incompatibles con las normas y principios del Estado de Derecho». Es una de las recomendaciones de la nómina de expertos nombrada por el Ministerio del Interior a propuesta del Gobierno de Rajoy el Gobierno de Urkullu y el PSOE en un informe no vinculante que entregaron este jueves al ministro Jorge Fernández Díaz.Según la comisión de expertos liderados por el periodista Florencio Domínguez, el eje deben ser las víctimas de ETA, sin olvidar las de los diversos terrorismos que atacaron en los años de la Transición, pero en el relato del terrorismo también deberán aparecer los errores y abusos en la actuación de las instituciones públicas, siempre con una idea clara: que estas prácticas nunca legitimaron la decisión libre de ETA y su mundo de matar para imponer un proyecto «totalitario», una realidad que ahora la izquierda abertzale se empeña en borrar, explican.El catedrático emérito de la Universidad de Deusto Javier Elzo, nombrado a propuesta del Gobierno vasco, ha añadido sin embargo una «explicación de voto» en la que, «sin rectificar en nada» loaprobado por unanimidad, reclama que estos hechos («abusos y malos tratos, torturas incluidas») deberían tener una «mayor relevancia» de la que tienen en el texto.Elzo reclama además que las experiencias «restaurativas» habidas en el País Vasco sean subrayadas también con mayor contundencia. En el informe figuran sin más detalle como uno de los elementos que pueden formar parte de la llamada «sala de la dignidad». Elzo pide que el Memorial dé una importancia mayor a las reuniones entre víctimas y ex miembros de ETA arrepentidos, y a la experiencia Glencree de conversaciones entre víctimas de ETA, los GAL, el Batallón Vasco Español y de abusos policiales.Más allá de este pronunciamiento -también incorporan votos explicativos Joseba Arregi y Manuel Reyes Mate-, lo cierto es que el informe ha supuesto un ejercicio en el que 13 historiadores, sociólogos, filósofos o periodistas de distintos espectros (Florencio Domínguez, Joseba Arregi, José Luis de la Cuesta, Francisco Javier Elzo, Iñaki Ezkerra, Gaizka Fernández, María de los Ángeles Gil, Javier Jordán, Francisco Llera, Jesús Loza, Javier Marrodán, Manuel Reyes Mate y Fernando Sáez) han acordado y firmado un relato sobre los últimos 40 años de Euskadi que los partidos políticos no deberían guardar en un cajón, en unos momentos en los que la palabra «relato» genera constantes desencuentros.En su anexo segundo, el informehace una «síntesis del discurso cronológico en torno a ETA y sus víctimas» que concentra en menos de cinco páginas los hitos del terrorismo ejercido por la banda y de la respuesta social e institucional ante ella. Empieza con el nacimiento de ETA en la etapa de «ausencia de libertad» que fue la dictadura franquista; pasa por la «guerra sucia» que empieza tras el asesinato de Luis Carrero Blanco; llega a la Transición, cuando ETA se rompe y ETA-militar crea a Herri Batasuna «como brazo político, y ésta, una sociedad cerrada dentro de la sociedad vasca». Son aquellos años (1976-1982) cuando «los grupos de la oposición al régimen le retiran cualquier tipo de apoyo o simpatía al considerar que el Estado de Derecho hace ilegítimo el recurso a la violencia para defender cualquier opción política». Llegan los «años de plomo» (1978-1981): se resalta cómo la Ley de Amnistía de 1977 y la Constitución de 1978 producen «una reacción etarra desaforada ante la posibilidad de la consolidación de la democracia constitucional». Ya en la democracia «consolidada» (1982-1998) los partidos democráticos (sin HB) firman el Pacto de Ajuria Enea, «demócratas contra totalitarios». Pero en esa época también nacen los GAL «y con ellos la mejor excusa para los simpatizantes de la violencia». Y ETA hace un giro estratégico, la ponencia Oldartzen, la «socialización del sufrimiento»: secuestros y asesinatos de personas conocidas y representativas (Gregorio Ordóñez, Miguel Ángel Blanco, el empresario Julio Iglesias, José Antonio Ortega Lara¿). La sociedad vasca protagonizauLa antigua sede del Banco de España en Vitoria, que albergará el Centro para la Memoria de las Víctimas del Terrorismo. el mundoJUZGAN A DOS ETARRAS POR MATAR A BROSETALa Audiencia Nacional juzgará el viernes a la pareja de etarras huidos Juan Jesús Narvaez Goñi, Pajas, e Itziar Alberdi Uranga, María, por asesinar en 1992 de un disparo en la cabeza al catedrático Manuel Broseta Pont en Valencia, por lo que se enfrentan a una petición fiscal de 56 años de cárcel. Este es el segundo juicio en una semana contra Narvaez Goñi desde que fue entregado a España en febrero de 2014 junto a su pareja, con la que residió durante 22 años en Puerto Vallarta llevando una vida normal. Según el escrito de acusación del fiscal, ambos estaban integrados entre 1991 y 1992 en el comando Ekaitz de ETA y recibieron de la dirección de la banda las instrucciones para acabar con Broseta.ahora ya sí movilizaciones masivas, aparecen el lazo azul, las manos blancas, nace Covite¿ A esa toma de la calle por parte de una sociedad hastiada «el entorno de ETA opone la kale borroka. En el 98 se rompe el Pacto de Ajuria Enea y se firma el de Lizarra, «que produjo una gran polarización social». La tregua que «acompañó» al pacto trajo un recrudecimiento del horror. «Hacia el fin de ETA» llaman los expertos al período desde el año 2000. Destacan el Pacto por las libertades y contra el terrorismo y la Ley de Partidos (entre PSOE y PP), y con ellos la clave de la derrota del terror: «La ilegalización de Batasuna, refrendada en 2009 de forma nítida por el Tribunal de Derechos Humanos de Estrasburgo, le lleva a ser consciente de que el terrorismo es una vía sin futuro. ETA anuncia el fin del terrorismo el 20 de octubre de 2011, «sin disolución y sin entregar las armas», y añaden, «sin autocrítica por parte de Sortu».En las páginas del informe se lee también una advertencia ante los intentos de Sortu. «Tras la derrota de ETA, el mundo que la apoyó trabaja con ahínco con el propósito de tergiversar lo sucedido. Alegan la existencia de un conflicto político Euskadi-España, la existencia de dos violencias enfrentadas. «Frente a estas pretensiones», el Memorial debe construir la memoria sobre el sufrimiento de las víctimas y con ETA «como eje vertebrador, como causa principal del horror de los últimos 40 años (¿) sin añadir nada, pero también sin olvidar nada». Sin admitir, añaden que «una dictadura o un terrorismo de reacción legitimen la decisión de ETA, libre y voluntaria, de asesinar a sus conciudadanos».

Leyre Iglesias Bilbao El Ministerio del

2015-02-16T00:00:00

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