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Yo También Soy Copto - Deusto Knowledge Hub Explorer

BORJA VIVANCO DÍAZDOCTOR POR LAS UNIVERSIDADES DE DEUSTO Y DEL PAÍS VASCOYo también soy coptoHace unas pocas semanas se dio a conocer un hecho que papirólogos y exégetas han calificado de insólito. Se descubrió en Egipto un papiro del siglo I que fue reutilizado para crear la máscara de una momia y que contenía nada menos que pasajes del Evangelio de Marcos. Nunca habíamos accedido a textos tan antiguos del Nuevo Testamento. El Evangelio de Marcos, el más antiguo de los cuatro, está datado en torno al año 70 y el papiro recién encontrado es una copia que, según los científicos, fue elaborada muy pocos años después. Aunque es compartido que el Evangelio de Marcos fue escrito en Roma, la tradición atribuye a su autor el ser el primer obispo de Alejandría y, por consiguiente, patriarca de los cristianos de Egipto. Egipto es, con mucha diferencia, el país del área de influencia árabe con mayor número de cristianos. Son alrededor del 10% de la población, es decir, casi diez millones de personas. Se les denomina coptos que, etimológicamente, es sinónimo de egipcios. Tanto es así que también hay musulmanes egipcios que se hacen llamar con orgullo coptos. Y a diferencia de las mezquitas, en los templos cristianos de Egipto -además del árabees común el empleo del idioma copto, una lengua que hunde sus raíces en la era de los faraones.La mayor parte de los cristianos coptos ni son católicos ni son ortodoxos. No reconocen ninguna jerarquía eclesiástica que no resida en su país. Hoy muchos católicos, protestantes u ortodoxos queremos llamarnos también coptos, cuando contemplamos horrorizados cómo han sido brutalmente asesinados, hace unos pocos días, casi dos docenas de cristianos egipcios en la sucursal libia del Estado Islámico.Para las minorías cristianas de Oriente Medio, los coptos son un referente debido a su importante presencia e influencia social y hasta política en un país que conserva el islam como religión oficial. Recordemos por ejemplo que el exsecretario general de Naciones Unidas, Bu-tros-Ghali, era un egipcio de religión cristiana. En consecuencia, debilitar y forzar el éxodo del pueblo copto es una estrategia que los grupos yihadistas promueven en aras también de desmoralizar a las minorías cristianas de Oriente Medio.Es posible que Egipto sea el país mediterráneo con mayor práctica religiosa, aunque tampoco escapa a un tímido proceso de secularización y que es más perceptible en la inmensa urbe de El Cairo, la ciudad más grande de África; atestada de tesoros arqueológicos únicos, de un insufrible tráfico y de una incontrolable contaminación. Así y todo, las mezquitas y las iglesias rebosan de jóvenes, tanto en El Cairo como en el resto de Egipto.Son muy pocas las mujeres que transitan las calles sin cubrir su cabeza y todo hace pensar que la mayoría de ellas son cristianas. El niqab es, por otro lado, una prenda que está extendida entre muchas mujeres jóvenes, que también ocultan sus manos con guantes de lana, a pesar de las altas temperaturas que hay que soportar en Egipto en cualquier época del año. Imagen que contrasta, por ejemplo, con la de los sacerdotes coptos, vestidos con traje talar, algunos de ellos católicos, que pasean acompañados de sus mujeres y sus hijos. Sin embargo, hay también que añadir que algunas iglesias coptas se asemejan a fortalezas y están, en la actualidad, custodiadas por tanquetas del ejército egipcio.La tradición cuenta que la Sagrada Familia huyó a Egipto por temor al rey Herodes y que se refugió en el actual barrio copto de El Cairo. Se inspira en el relato del Evangelio de Mateo, a buen seguro legendario, con el que -como es naturallos coptos se sienten especialmente orgullosos. En este singular barrio, los adolescentes cristianos acostumbran a compartir un selfi con los turistas, que ya no son tan frecuentes como hace solo cinco años.En particular, para la minoría copta, la asistencia a los templos fortalece su identidad y cohesión grupal y más aún en un momento en el que los violentos grupos islamistas desean desterrarles de una tierra que ha contado con seguidores de Jesús de Nazareth desde los albores del cristianismo. Al igual que en la ciudad de Toledo en los tiempos de la dominación musulmana, los mahometanos, los cristianos y los judíos han convivido pacíficamente durante siglos en Egipto. Las etapas de intolerancia religiosa han sido, en realidad, momentos excepcionales en la historia. Egipto fue el único lugar del norte de África en donde el cristianismo no desapareció por completo con la expansión del Islam. Hasta mediados de la década de los 50 del siglo XX existía también una floreciente comunidad judía, bien conocida en el mundo de los negocios, que fue mermando hasta prácticamente desaparecer en los años 70, presionada a raíz de las tensiones y sucesivas guerras contra el Estado de Israel. Egipto se encuentra, en la actualidad, en un periodo político lleno de interrogantes. Las expectativas de encauzar el proceso de democratización del país, nacidas de la primavera árabe de 2011, no terminan de cuajar y son continuadamente dinamitadas por grupos yihadistas. El turismo, tradicionalmente una fuente fundamental de ingresos, se recupera de modo insuficiente. En concreto El Cairo, no es una ciudad recomendable para turistas. No obstante, tanto El Cairo como el resto de Egipto gozan de un poder de atracción al cual seguirá siendo difícil resistirse.

Borja Vivanco Díaz

2015-02-19T00:00:00

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