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La Conciliación Fracasa en Euskadi al Registrar una Caída del 36% en la Demanda de Ayudas - Deusto Knowledge Hub Explorer

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La Conciliación Fracasa en Euskadi al Registrar una Caída del 36% en la Demanda de Ayudas - Deusto Knowledge Hub Explorer
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La conciliación fracasa en Euskadi al registrarJAVIER MUÑOZajmunoz@elcorreo.comLa reforma en abril de las ayudas por hijo y de los subsidios por excedencia y reducción de jornada relanza el debate sobre las políticas de familia y natalidad en plena crisisBILBAO. «Los ciudadanos y ciudadanas de Euskadi quieren más y mejores medidas que les permitan conciliar su vida personal y sus responsabilidades familiares y laborales, y esperan recibir apoyo de sus instituciones para hacer realidad esa aspiración». Casi tres meses después de que el Ararteko en funciones, Íñigo Lamarca, lanzara esa admonición en una de sus recomendaciones sobre política familiar, el nuevo consejero de Empleo y Políticas Sociales, Ángel Toña, ha confirmado que ha llegado el momento de la verdad. La aprobación en abril próximo de los controvertidos decretos que reformarán las ayudas por hijo y las de conciliación. Dos capítulos en los que su departamento gastará unos 60 millones de euros en 2015, después haber dejado de pagar los subsidios de conciliación en agosto del año pasado, alegando falta de fondos. Y tras admitir que este ejercicio solo habrá dinero hasta noviembre.Esas insuficiencias presupuestarias han provocado las críticas de la oposición, y en particular las del PP, que también ha visto rechazada en el Parlamento vasco su propuesta para que la prestación económica de la conciliación sea un derecho, como las ayudas por hijo, y no sufra interrupciones. Sin embargo, el debate también ha suscitado interrogantes de fondo. Por ejemplo, cuál es la eficacia real del actual esquema de prestaciones a las familias (6.300 euros por el tercer hijo en siete anualidades y hasta 2.046 al año por acortar el horario laboral un tercio). Es decir, si esas cantidades u otras algo mayores animan de verdad a las parejas a tener niños y a compatibilizar trabajo y casa. Y es que las solicitudes de subsidio por excedencia o reducción de jornada no dejan de caer en Euskadi. Entre 2010 y 2013, último dato disponible, se desplomaron un 36,4%. En números absolutos, pasaron de 49.711 a 31.616. Y la tendencia a la baja se ha mantenido en 2014, aunque no hay datos concretos sobre ese ejercicio a día de hoy.Ese descenso da a entender que muchas trabajadoras vascas -nueve de cada diez personas que se acogen la conciliación son mujeresestán renunciando voluntaria o involun-La natalidad en el País Vasco se situó en 2014 en los 8 nacimientos por mil habitantes y año. :: e. c.Reforma de las ayudas por hijoAHORA 1er hijo400 - 900 euros al nacersegún los ingresos estimados sobre el salario mínimoA PARTIR DE ABRIL 1er hijoMenos de 90020.000 euros al nacer(renta familiar estandarizada)20.000 a 30.000 500al nacer+ 30.000400 al nacer2o hijo1.100 euros al nacery 400 en el primer cumpleaños2o hijoMenos de 900 al nacer20.000 euros 900 al 2º año(renta familiar estandarizada)20.000 a 30.000500 al nacer 500 al 2º año+ 30.000400 al nacer 400 al 2º año3er hijo y sucesivos1.100 euros al nacery en los cuatro años siguientes. 400 euros al quinto y sexto año3er hijo y sucesivosHasta 20.000 euros 900 al nacer y(renta familiar estandarizada) hasta el 6o año20.000 a 30.000 500 al nacer y hasta el 6o año+ 30.000400 al nacer y hasta el 6o año:: GRÁFICO ISABEL TOLEDOtariamente a reclamar ese subsidio, que fue diseñado para dedicar tiempo a los hijos o para cuidar a personas mayores y dependientes. Los motivos de esa renuncia son diversos. Obviamente, el primero es el aumento del desempleo, que opera en una doble dirección. Por un lado, para pedir una ayuda de conciliación hay que tener trabajo. Y por otro, la pérdida de los ingresos laborales puede aplazar la decisión de tener hijos. Pero otro factor importante, con crisis o sin ella, es que los hombres no están tomando el relevo en la atención a la familia. Y ese es un rasgo sociocultural.«Ellos pueden ir al paro, pero algunos regresan al mercado laboral si mejora la economía. Para ellas, el retorno no es tan sencillo», resume Felisa Piedra, responsable de la Secretaría de Mujer de Comisiones Obreras de Euskadi, para explicar el retroceso de las peticiones de conciliación en la comunidad vasca. «También hay que contar con el aumento de la precariedad laboral y de los contratos a tiempo parcial -continúa-. Y con la decisión de muchas parejas de acumular todo el dinero que puedan, y apoyarse en familiares para el cuidado de los niños».Cuesta abajoLa suma de esas variables (crisis y costumbres) ha dado como resultado que 2010 fuera el último año en que aumentó en Euskadi la demanda de ayudas para conciliar. Se trató de una subida leve -se pasó de 47.011 solicitudes en 2009 a 49.711 un año después-. Pero en los cuatro años siguientes comenzó una cuesta abajo que además se mantuvo constante: 39.058 en 2011; 35.705 en 2012 yLA CONCILIACIÓN HOYSubsidios públicosExcedencia: Hasta 3.255 euros por un año completo. Reducción de jornada: Entre 2.604 y 2.046 anuales por una reducción de entre el 45% y el 33% del horario laboral.Cuantía media: 1.243 euros por beneficiario (muchos de ellos no concilian años completos).31.616 en 2013. El panorama que no cambió en el pasado ejercicio, cuando se produjo un fuerte recorte presupuestario.A la pregunta de cómo invertir esa tendencia, los sindicatos apuntan a la patronal. UGT de Euskadi pone el énfasis en el miedo de las trabajadoras a sufrir «represalias» laborales sise les ocurre conciliar. «Las empresas en general no han facilitado nunca la conciliación -denuncian en la secretaría de Igualdad de la central vasca-. En nuestro país no se caracterizan por adaptarse a las necesidades de sus empleados y empleadas, sino que entienden que tiene que ser al revés».Como es lógico, la patronal vasca (Confebask) no comparte esa perspectiva. Jon Bilbao, director de Relaciones Laborales de ese organismo, advierte de que la casuística de la conciliación es variada, hasta el punto de que «en algún caso una empresa puede estar interesada en la reducción de jornada» por motivos salariales. Para Bilbao, compatibilizar trabajo y familia, y fomentar la natalidad, no es un asunto específico de los empresarios, sino que está vinculado con la racionalización de los horarios «tan atípicos de nuestra sociedad». «A comienzos del siglo pasado aquí se comía a las doce del mediodía y se cenaba a las seis de la tarde», dice el responsable de Confebask. Sin embargo, esos hábitos cambiaron a partir de los años cuarenta y cincuenta, entre otros motivos, al extenderse el pluriempleo.¿Cambiarán las costumbres los nuevos decretos de ayudas del Gobierno vasco ¿Serán la antesala de una reforma integral que aborde las actuaciones sobre la natalidad dispersas por las instituciones y también la fiscalidad De momento, el consejero Ángel Toña sólo ha confirmado que la ayudas por hijo se calcularán en el futuro según los ingresos del perceptor (ver cuadro). Los hogares con una renta familiar estandarizada (RME) de 20.000 a 30.000 euros y los de 30.000 en adelante percibirán menos dinero que lo que ahora cobra todo el mundo, mientras que los de la escala más baja (menos de 20.000 euros) quedarán más o menos igual que ahora.Qué ayudas percibirán las familias vascas en el futuro dependerá de su posición dentro de esas escalas, aunque teniendo en cuenta un dato importante. La RME no es la renta bruta, sino esta última, restándole unas cantidades en función de que en el hogar haya personas dependientes, casos de violencia de género, etc. Por simplificar, pues el cálculo se hará con un algoritmo, una familia que aparezca en las tablas de la RME como perceptora de menos 20.000 euros, realmente tendrá unos ingresos mayores. ¿Cuánto más Depende del algoritmo.A falta de concreciones, la idea de ponderar las ayudas por hijo con la RME se ha percibido como un recorte. Será mayor o menor, pero suscita dudas sobre lo que ocurrirá con las otras prestaciones de la conciliación. Al menos hay un dato encima de la mesa: en 2014 la natalidad se situó en el País Vasco, en 8,80 nacimientos por cada mil habitantes y año, cuando en 2007 se contabilizaban 9,57. En suma, vamos para abajo.LA OPINIÓN DE LOS EXPERTOS«Hace falta un pacto de país de inversión en la infancia y las familias»Joseba Zalakain Fundación Eguía Careaga:: A. A.SAN SEBASTIÁN. ¿Deben ser las ayudas por hijo I iguales para todos los hogares o seguir un criterio de renta Para Joseba Zalakain director del Centro de Documentación y Estudios de la Fundación Eguía Careaga, SIIS, «el criterio básico debería ser que todas las familias tuvieran algún tipo de prestación económica mientras están criando a sus hijos, independientemente de su renta. Del mismo modo que no impedimos a las familias con renta elevada acceder a la educación pública o a la sanidad pública. «Eso no quiere decir -apuntaque no sea adecuado o necesario dirigir a las familias con menor renta un apoyo económico especial, bien mediante deducciones fiscales reembolsables, bien mediante el sistema de garantía de ingresos. Implicaría modificar el actual sistema de deducciones fiscales por descendiente, que no beneficia a las rentas más bajas, sino a medias y altas». Junto al apoyo a la natalidad, subraya el objetivo de las ayudas: «prevenir la pobreza infantil y reducir la transmisión de las desventajas sociales».Reforzar la atención infantil, donde Euskadi «ha hecho grandes avances», reducir las desigualdades edu-«El apoyo a la natalidad pasa porEmma Sobremonte Profesora de Deusto:: A. A.SAN SEBASTIÁN. «Las ayudas por nacimiento de hijo no son verdaderas ayudas a la natalidad: son muy escasas y duran poco tiempo, con lo cual no son eficaces; son simplemente prestaciones económicas que, puestos a otorgarlas como apoyo al esfuerzo que supone el tener hijos, su cuantía debería recibirse en función de la renta», defiende Emma Sobremonte, profesora de la Universidad de Deusto. A su juicio, «el verdadero apoyo a las familias y, concretamente a la natalidad, debe de ir por otros derroteros como es la conciliación familiar. El hecho de que estas ayudas no estén establecidas como derecho subjetivo sino sometidas a disponibilidad presupuestaria es un buen indicador de su escasa efectividad. El que se otorguen por orden cronológico y te quedes sin ella porque se ha acabado el presupuesto atenta contra la igualdad de oportunidades. ¿Tendremos que calcular en qué mes nacen nuestros hijos examinando la tendencia de la disponibilidad presupuestaria »cativas y desarrollar una red de equipamientos son algunas de las propuestas. «Lo que hace falta es un pacto de país que favorezca la inversión en infancia y familias».«El gasto previsto por hijo sigue siendo mucho mayor que las ayudas»Idoia Clavell Profesora de la UPV/EHU:: A. A.SAN SEBASTIÁN. Para Idoia Clavell, de la Escuela Universitaria de Estudios Empresariales de la UPV en Donostia, «es necesario y justo que las familias de menor nivel derenta tengan mayores deducciones», un cambio que se está estudiando en el Estado. «Pero al mismo tiempo hay que observar el impuesto de manera global, no únicamente lo referente a un tipo de deducción, ycomprobar que, efectivamente, se trata de un impuesto progresivo». Si lo que se pretende es fomentar la natalidad, estas medidas «no ayudan», asegura. «El gasto previsto por el cuidado de un hijo o hija sigue siendo mucho mayor que las ayudas», precisa. Reivindica reformas que vayan más allá de las prestaciones. «Sigue pendiente una verdadera ayuda a la conciliación laboral y familiar. Además, habría que tener en cuenta los gastos como pañales, guarderías, material escolar...»
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Javier Muñoz
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