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Pinturas para un Templo del Siglo Xxi - Deusto Knowledge Hub Explorer

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de1b53dd-4c7d-3252-bdd6-0da17c37eb53
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Pinturas para un Templo del Siglo Xxi - Deusto Knowledge Hub Explorer
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Pinturas para templo del siglo XXITras las pinturas del pórtico, Xabier Egaña ha acometido los murales del interior de la iglesia de Antezana de ForondaEn mayo, «cuando se vayan los pingüinos», el artista zarauztarra volverá a sus trabajos en esa iglesia cercana a Vitoria Gasteiz:: FELIX IBARGUTXI ANTEZANA DE FORONDA. Elartista zarauztarra Xabier Egaña -el hombre que en 1978 pintó las imágenes del camarín del santuario de Arantzazusigue adelante con su proyecto de decorar todo el interior de la iglesia de Antezana de Foronda, cerca de las pistas del aeropuerto de Vitoria-Gasteiz. Lleva adelante un proyecto titulado Pinturas para la vida y se dedica a pintar escenas que combinan pasajes bíblicos con toques propios de modernidad.En la última fase -la del verano y otoño del año pasadoha completado las imágenes de la zona opuesta a la del retablo, es decir, el coro y la parte inferior del mismo. Allí se pueden ver ahora tres escenas bíblicas: arriba, la del Descendimiento de la Cruz, en medio, la Última Cena; y abajo, a ras de suelo, la Oración del Huerto.Ahora el artista descansa, porque no hay manera de trabajar en el recinto «hasta que se vayan los pingüinos», como dice entre risas. Hacia fines de mayo o comienzos de junio espera volver a empezar de nuevo. Y si este año no acaba los trabajos, no será mucho lo que deje para la primavera de 2016.La escena del Descendimiento tiene elementos surgidos de la imaginación del artista. «Es al mismo tiempo descendimiento y resurrección, porque hay una figura, la del Padre, que tira de Cristo hacia arriba. Pero al mismo tiempo parece también que el crucificado está descendiendo -comenta el artista-. Unade las mujeres de la base de la cruz es la Cananea, la que tanto trabajo dio a los biblistas. «Le pide a Jesús que le cure a la hija, y este le responde que ha venido a curar al pueblo judío. La mujer insiste e insiste, le dice que también los perros reciben las migajas bajo la mesa, y al final Jesús se compadece».En la escena de la Última Cena, Egaña presenta un Jesús «algo descentrado, para quitar hieratismo y la dureza de lo simétrico». Egaña se ha esforzado en pintar una escena «que se mueva, como si tuviera oleaje». Los comensales de la cena no están sentados en la mesa, sino en el suelo. Y aparece también la jofaina que contiene el agua con la que Jesús lavará los pies de los discípulos. Y en uno de los extremos destaca una figura que se ha levantado de la cena para marcharse; es Judas.El visitante que entra en la iglesia, primeramente se topa con la escena de la Oración del Huerto. Predominan -como el el resto de los frisoslos tonos amarillos, rojos y azules. En el extremo inferior izquierdo se ven dos trazos rectos, uno azul y otro blanco. Estos elementos rectilíneos son una novedad que no aparecía en las pinturas de la fase anterior, la del pórtico exterior.En un rincón de esa primera zona del interior del templo se ve la escena del Apresamiento. Judas besa a Jesús y atrás observan la escena tres sombras negras. Son los soldados romanos. En la base se aprecian también varias lápidas del cementerio judío de Praga, y arriba unas figuras esquemáticas, que parecen volar. «Son los cinco muertos del 3 de marzo de 1976 en Vitoria», confiesa el artista.Hace mucho tiempo que Egaña se quedó impactado por las tumbas judías de Praga. «Parece que surgen de la tierra, como de un submundo. ¡Y son tantas!».Y en otra pared son aún más abundantes los elementos profanos, desde un hombre con un gran mazo rompiendo un muro «que podría ser el de Berlín, pero también el de Palestina. Me impresionó el Papa Francisco tocando ese muro, pero integrar ese personaje hubiera sido una anécdota excesiva».También se ve algo así como un inquietante insecto con alas. «¿Un ángel ¿Una bomba Ni yo mismo sé lo que puede ser». Y, al lado, una imagen muy explícita: dos torres de central nuclear boca abajo.Y si el visitante aguza la mirada se topará con referencias a los fusilados de Francisco de Goya, a los jinetes del Apocalipsis...Luego, cuando la primavera avance un poco y el recinto se haya templado, habrá, entre otras cosas, escenas de pateras.Todo esto, en lo concerniente al interior del templo. Pero ahí están también las imágenes del pórtico, con un tono más festivo y alegre,IVARIAS FASES2años son los que ha trabajado Egaña en esta iglesia alavesa.Y espera que en este tercer año quede terminada la tarea, o al menos dejarla a falta de pequeños detalles. Ha trabajado en los meses que no hace frío. Una vez avanzado el otoño, ese recinto resulta inhabitable.Egaña también ha realizado muralesen el polideportivoque fueron pintadas por Egaña en el año 2013. Ese atrio tampoco es pequeño y dio al artista la posibilidad de lucirse. Enseguida llaman la atención los colores vivos y la abundancia de figuras humanas. Se puede ver, por ejemplo, una procesión en la que los vecinos transportan a la virgen de Armola, un hecho real: cuando se construyó el aeropuerto, se pensaba que las instalaciones abarcarían también la zona de la ermita en la que estaba la imagen, por lo que se retiró de ese lugar. Pero finalmente el aeropuerto no llegó a invadir la zona, y la virgen fue restablecida -en procesiónen su lugar original. Y en la zona superior, unas pocas palabras en euskera y castellano, el saludo de San Francisco de Asís: «Paz y bien», «Bake eta on».Egaña no quiere cobrar más que por los materiales y la gasolina. Los gastos corren a cargo de la junta municipal. Y, hablando de materiales, el artista recibió una sola recomendación de la persona de la Diputación encargada de las restauraciones: que no empleara pintura plástica, porque ese material crea una película que no deja respirar a la zona cubierta, de manera que se puede dar un problema de acumulación de humedades. En los meses dedicados a esta tarea ha residido en la antigua casa del médico municipal.Visto bueno del obispoAntes de acometer los trabajos, Egaña tuvo que «hacer pasillos» para conseguir el permiso del Obispado. Sabe que el obispo Asurmendi consultó el asunto con Edorta Kortadi, sacerdote y crítico de arte, y que este cura -que ahora es párroco de la basílica de Santa María en San Sebastiánenseguida informó favorablemente.¿Pero cómo llegó Egaña a Antezana La figura clave es Diego Bermejo, catedrático de filosofía y de ética de la Universidad de Deusto, que trabaja en los campus de Bilbao y San Sebastián, y reside en ese pequeño pueblo alavés, que en euskera se denomina Andetxa. Estaba interesado en diferentes acciones para relanzar Antezana y pensó que estaría bien decorar la iglesia, sobre todo después de que hace unos pocos años se consiguiera hacer el retejado. El edificio está ya a salvo, pero no tiene ahora mucho uso, porque las funciones litúrgicas se llevan a cabo en un anexo, lo que antes era la sacristía. Sí que se ha utilizado en varias ocasiones para ofrecer conciertos.Egaña realizó en 1978 las pinturas del camarín de la Virgen de Arantzazu. «Me siento especialmente orgulloso de ese trabajo». Luego abandonó la orden fransiscana y trabajó como profesor en la Escuela Diocesana de Magisterio de San Sebastián. También realizó los murales de la iglesia de Iñurritza, en Zarautz. Gracias al encuentro con el periodista Günter Mees pudo exponer varias veces en Alemania, y de ahí surgió la petición para otros murales en la iglesia de Mhülen. Luego vinieron la decoración del polideportivo de Arrigorriaga y un mural en una capilla en el pueblo riojano de San Asensio.Andamios ya listos. Este año pintará los dos muros laterales, que tienen una altura de doce metros.El Beso de Judas. Las sombras de los soldados romanos, las tumbas judías de Praga y, arriba, los cinco muertos de 1976 en Vitoria.La Oración del Huerto. La soledad de Jesús, los apóstoles dormidos, nuevamente las tumbas judías de Praga...Viejo admirador de Lucio Muñoz, Jorge Oteiza y ChagallF. I. ANTEZANA DE FORONDA.Xabier Egaña nació en Las Arenas (Bizkaia) en 1943. El entorno fabril le marcó: «Viví el paisaje de la ría del Nervión, los Altos Hornos de Vizcaya, llenando de humo nuestro cielo y de hollín nuestras sábanas puestas a secar. Crecí en ese paisaje, precioso en sus durezas, en sus grises sucios, frente a las inmensas estructuras de los hornos altos. Allí los barcos subían y bajaban saludando con sus roncas sirenas. Creo que esas estampas todavía afloran, de una forma u otra, en muchas de mis obras actuales».Fue fraile franciscano. «Y eso posibilitó que a mis 18 años conectara con mi amigo y maestro en esto del arte, Xavier Alvarez de Eulate. Este buen amigo vivía en Olite donde lo encontré al ir a estudiar filosofía. Su fuerte y entrañable personalidad me animó, me empujó. Me dejó los primeros librosa de arte que pude contemplar. Igual había oído hablar de Picasso, pero, en aquellos años, ¿quién había visto alguna obra suya Eulate me abrió esas preciosas puertas».Precisamente ahora se puede visitar en la basílica de Santa María, en la Parte Vieja donostiarra, una exposiciópn sobre los cuadros que Xavier Alvarez de Eulate realizó en torno a la escena bíblica de la zarza ardiendo.Más tarde, el hecho de ser fraile franciscano le posibilitó conocer la obra de Lucio Muñoz -que en aquellos años ya estaba enfrascado en la obra del retablo de Arantazu-. Y Muñoz se convirtió en otra de las grandes referencias de Egaña. «Su precioso ábside lo tuve delante durante largos tiempos. Fue una obra mil veces contemplada y admirada». En esa época de estudios de teología Egaña se sintió también impresionado por artistas como Tàpies, Millares y Miró.El artista afincado en Zarautz cuenta también que tuvo «la suerte de poder convivir con la realización del Apostolado de Jorge Oteiza, y sobre todo de poder participar de lo que su persona regalaba».Otro de los grandes pilares de la formación inicial lo recibió de un viejo ejemplar de la revista París Mach que recogía «la impresionante, amable y luminosa obra de Chagall en el Palacio de la Opera de París. Y se adentró, calladamente, en mi espíritu, para quedarse en él».Estas han sido sus raíces fundamentales. A partir de ahí, Egaña se ha esforzado por lograr una trayectoria coherente.
Author
Felix Ibargutxi
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Date Released
2015-08-03T00:00:00
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