El Ego y el Eros - Deusto Knowledge Hub Explorer
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Odm ID | e1f904a2-d678-3c04-88a4-7f1177aa0212
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Title | El Ego y el Eros - Deusto Knowledge Hub Explorer
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Notes | El ego y el erosANDRÉS ORTIZ-OSÉSCATEDRÃTICO EMÉRITO DE HERMENÉUTICA DE LA UNIVERSIDAD DE DEUSTOLa apertura al otro sacarÃa a nuestro yo narcisista fuera de suempalizada subjetiva, conectándose con una realidad ampliadacapaz de sonsacarlo de su encerrona existencialyung-Chul Han es un filósofo germano-coreano emergente, crÃtico de nuestra sociedad capitalista desde posiciones heideggerianas. En su reciente obrita La agonÃa de eros, traducida por el colega Raúl Gabás, el autor descalifica al neoliberalismo actual por su narcisismo egoico, frente al cual propugna la apertura al otro como alteridad y alteración de lo real. Esta apertura al otro sacarÃa a nuestro yo narcisista fuera de su empalizada subjetiva y especular, conectándose con una realidad ampliada capaz de sonsacarlo de su encerrona existencial.Frente al ego se propugna el eros. Mientras que el ego comienza fuerte y acaba debilitado por cuanto ensimismado, el eros comienza débil y acaba fortalecido precisamente por el otro. El ego es el sujeto de una sociedad saciada pero vacÃa, el eros es el sujeto de una sed insaciable pero plena. El ego busca solo lo positivo y encuentra lo negativo en soledad, el eros afronta la negatividad de lo real y el lÃmite del otro con valentÃa moral. En definitiva, el eros nos salva del ego abriéndolo al otro.El eros saca asà al ego de su prisión a través del deseo y la pasión, asà como de la transgresión y la trascendencia que rompe con la inmanencia sofocante. Al ego le encanta lo dado cosificado, al eros le gusta sobrepasar lo dado mediante su alteración. Por eso el ego se ancla en el presente tópico, mientras que el eros se proyecta en el futuro utópico y atópico. Por lo mismo el ego vive amurallado contra la muerte, mientras que el eros vive asumiendo la muerte abiertamente.Como decÃa Marsilio Ficino, el amor es el espÃritu vital que afirma hasta la muerte. Por su parte, Hegel interpreta el amor como el espÃritu afirmativo o positivo capaz de coafirmar la negación de la muerte. Y ello, como explica Bataille, porque eros reafirma la continuidad del ser a través de la discontinuidad de los seres. Esta negatividad de la muerte es la que confiere precisamente el contrapunto musical a la vida, pues como dice B. C. Han, la fuerza de la negación con-siste en que las cosas sean vivificadas justamente por su contrario.La negatividad de eros no radica por consiguiente en la muerte, sino en su amortiguamiento antivital o antierótico, propio de nuestra sociedad falsamente saciada. En realidad la muerte abre el eros a su cumplimiento final, pero su amortiguamiento en nuestra cultura lo degrada y profaniza en un amor de mero consumo. Es la cosificación del amor y el sexo sin rostro ni semblante, que solo exhibe su cara mercantil para encarecerlo o explotarlo. Un tal amor se convierte asà en pornografÃa explÃcita o implÃcita.Consecuentemente nuestro filósofo critica la exposición del amor en su desnudez obscena, asà como la desacralización y desritualización del amor en nuestra sociedad secularizadora. En esto nuestro autor discrepa del filósofo italiano Giorgio Agamben, el cual contempla la desnudez más positivamente (edénicamente), al tiempo que ve en el museo una interesante secularización del templo, asà como en el turismo una intrigante secularización de la peregrinación. Frente a ello, Han lucha contra la secularización profanizadora, intentando recuperar para el amor su trasfondo erótico sagrado.En esta última confrontación aparece claramente la posición de B. C. Han. Por una parte, critica radicalmente el inmanentismo irredento de nuestra sociedad en nombre del eros trascendente y de la trascendencia religiosa, concitando a Alan Badiou en su defensa del amor como transgresor del tiempo abierto amorosamente a la eternidad. Pero por otro lado, nuestro filósofo germano-coreano se muestra un tanto ingenuo, tal y como comparece expresamente en su visión de internet como demasiado virtual y poco virtuosa, obviando la esencial virtualidad de la red como relacionismo universal.
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Author | Andrés Ortiz-osés
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Author Email | |
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Metadata Updated | (not set)
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Tags | |
Date Released | 2014-12-27T00:00:00
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Date Updated | |
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Organisation | |
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Platform | html
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Language | es
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Version | (not set)
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