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Acción-reacción - Deusto Knowledge Hub Explorer

Con la veniaAcciónreacciónPORPablo MuñozQLA práctica humana de fraccionar el tiempo, o acotarlo, según la rotación de la Tierra, obliga al repaso de lo acontecido durante el último taco de calendario. Pasada la última hoja del 2014, echamos la mirada atrás a la búsqueda de elementos coincidentes y según la opinión publicada hay dos temas que han acaparado mayoritariamente la atención y han ocupado más espacio que ningún otro en los medios de comunicación. Dos temas que vienen relacionados, hasta el punto de que el uno es consecuencia del otro. Corrupción y Podemos han sido el foco de atención que sobrepasa acontecimientos episódicos como la abdicación de Juan Carlos de Borbón, o situaciones crónicas como el desempleo. Mención aparte merece el proceso soberanista de Cataluña que, por cierto, puede encuadrarse en el mismo contexto de acción-reacción que los dos temas estrella del 2014. La eclosión de Podemos no hubiera llegado a las cotas espectaculares a las que ha llegado, de no haber eclosionado también de manera tan aparatosa en el pasado año las múltiples formas de corrupción que han situado a la denominada clase política en los niveles más bajos de popularidad. En efecto, y a pesar de que una inmensa mayoría de quienes ejercen la función pública puede ser fundamentalmente honrada, han sido tantas y de tal calibre las vilezas protagonizadas por políticos de casi todo el arco parlamentario que tal impresentable acción ha provocado -por finuna concretareacción, materializada en un movimiento que ha metido el miedo en el cuerpo a los hasta ahora y desde siempre intocables dueños del cotarro. 2014 ha sido un puro desfile de sinvergüenzas y no ha habido día sin que se conocieran nuevos imputados, operaciones policiales, jueces intrépidos, fiscales sumisos, una febril actividad judicial a la caza de políticos corruptos que se ha llevado por delante a miembros de la realeza, ministros, presidentes de comunidad y a lo más granado de los aledaños del poder. Y conste que, bien mirado, tanta podredumbre no era nueva. También por acotar, el río de mierda viene desde el franquismo sin solución de continuidad, porque la mangancia, el enchufismo, la comisión bajo manga, y los buenos oficios de comisionistas y conseguidores han imperado desde la escopeta nacional hasta la Gürtel, los ERE, el Nóos, el Palma Arena, la herencia de Pujol y toda la retahíla de corruptos, pasando, claro está, por el despacho de Juan Guerra, los naseiros, urralburus, marbellas, bankias, CAN y todo el desparrame de podredumbre que ha marcado la acción política española. Tan indecente acción ha dado origen a la reacción hasta el momento más potente, más consolidada y más extendida que se ha organizado en torno a un líder mediático, Pablo Iglesias, capaz de aglutinar aquel movimiento espontáneo nacido en la manifestación del 15 de mayo de 2011. Bajo la definitiva denominación de Podemos se han aglomerado las múltiples asambleas públicas en las que los indignados reaccionaban a los latigazos de la crisis con las miradas dirigidas a los considerados culpables de la situación. Ante la acción corrupta de las clases dirigentes españolas,Podemos quizá no está demasiado interesado en asumir el desgaste de entenderse con gente tan poco recomendable como nosotroshasta ahora apenas habían reaccionado contados representantes políticos sin posibilidades reales de ser escuchados, contadísimos profesionales de la comunicación y episódicos jueces audaces. Los demás, las masas sociales, la opinión publicada, quedaban entre el conformismo, la fatalidad y la indiferencia.Suponiendo que Podemos sea la reacción esperada y necesaria, no es posible aceptarla sin prevención porque la acción que la ha provocado está tan consolidada que no será fácil demolerla. Pablo Iglesias y los demás líderes de la nueva formación han tenido hasta ahora el mérito de configurar una alternativa, si bien de manera aún delavazada y con hilvanes. A pesar de la evidente fragilidad de su arraigo, está contando con tal apoyo en las encuestas que ya se perfila como el relevo emergente al establishment corrompido y como auténtica reacción a su acción indeseable.Como acertadamente apuntaba en un artículo reciente el sociólogo Javier Elzo, hay que analizar con criterio y solvencia el ¿meteórico encantamiento de Podemos. Afirma Elzo que ¿es un partido contra, a veces un partido por, y rara vez un partido cómo. Son demasiadas incógnitas por despejar y será preciso comprobar ese cómo afrontar en la realidad los resultados de su dedo acusador. En Hego Euskal Herria, si exceptuamos las trapacerías de la clase dirigente en Nafarroa, 2014 no nos ha abrumado con la corrupción. La acción política podrá haber sido deficiente, pero no corrupta ni merecedora de una reacción fumigadora como la prometida por Podemos. Tampoco sabemos de manera clara cómo afronta la nueva formación nuestras aspiraciones de autogobierno y soberanía ni nuestras reivindicaciones identitarias. Y como el partido liderado por Pablo Iglesias parece tener vocación de gobernar España, quizá no esté demasiado interesado en asumir el desgaste de entenderse con gente tan poco recomendable como nosotros. ¿

Pablo Muñoz

2015-04-01T00:00:00

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