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«tenemos la Sensación de que la Upv Va hacia Abajo, y Eso Es Muy Triste» - Deusto Knowledge Hub Explorer

«Tenemos la sensación de que la UPV va hacia abajo, y eso es muy triste»Profesores de la Universidad vasca advierten sobre los daños que pueden traer consigo los recortes en la institución:: JAVIER GUILLENEA SAN SEBASTIÁN. Cuando un responsable político utiliza términos ambiguos y conciliadores al hablar de cuestiones económicas es que va a repartir menos dinero del esperado. Es lo que ocurrió a finales del pasado año, cuando el Gobierno Vasco aprobó destinar 1.287,2 millones de euros para desarrollar el Plan Universitario 2015-18. La partida se vio así reducida en 204 millones con respecto al programa anterior, aprobado en 2011. «Es un plan realista, prudente y flexible», insistió la consejera de Educación, Cristina Uriarte, cuando hizo público su contenido. Fue un golpe, uno más, para la UPV/EHU.Días antes, su rector, Iñaki Goirizelaia, había asegurado por enésima vez que, de materializarse el recorte, la situación para la institución académica podría llegar a ser insostenible. «La capacidad de la universidad para asumir recortes presupuestarios sin que su trabajo se resienta ha llegado al límite», señaló. La advertencia cayó en saco roto y a la UPV le quedó como único asidero el compromiso del Gobierno Vasco de que habrá más financiación cuando mejore la situación económica.Goirizelaia presentará hoy al consejo de gobierno de la institución académica un anteproyecto de presupuestos para 2015 que mantiene un ligero incremento con respecto al del ejercicio anterior. El pasado año, la Universidad vasca manejó 395,38 millones de euros, lo que supuso un 0,62% más que en 2013 y, sobre todo, el primer incremento en cuatro años. La subida para este ejercicio será similar. Pero no es suficiente para que la UPV se aleje del borde del abismo en el que hace equilibrios desde hace años.Calidad de la enseñanzaEl estancamiento presupuestario y el fuerte descenso de la dotación del plan universitario no ponen en peligro el pago de las nóminas de los trabajadores, congeladas desde 2010, y el funcionamiento diario de las clases pero, según muchos profesores, amenazan con causar profundos daños en el tejido investigador del País Vasco. «Si pensamos en el futuro que vamos a dejar a la sociedad, esto es catastrófico», se lamenta un catedrático que prefiere no dar su nombre, como el resto de los protagonistas de este reportaje.En el campus de Leioa los profesores llaman el aeropuerto de Castellón a los cuatro edificios construidos del Parque científico de Leioa. La sede -destinada a albergar la escuela de máster y doctorado, la fundación Euskampus, los viveros de empresas y la oficina de transferencia de la UPV-, el instituto de Biofísica, la plataforma científica y el centro de Biotecnología Animalestán ya terminados pero se hallan vacíos, aunque parece ser que este año sus instalaciones empezarán a verse ocupadas. En el caso del instituto de Biofísica, un moderno inmueble de 9.000 metros cuadrados que lleva catorce meses cerrado, las autoridades académicas han admitido que no tienen dinero para su mantenimiento.El fruto más visible de los recortes es la paralización de los proyectos de infraestructuras, pero hay otros efectos más duraderos, como el deterioro de la calidad de la enseñanza y la apertura de un vacío generacional en la UPV. Las universidades españolas no pueden reponer más que el 10% de las plazas que quedan libres por jubilaciones, lo que está provocando, según un catedrático de Física, «una reducción sistemática de la plantilla docente».Esta disminución, añade, «repercute directamente en la calidad dela enseñanza» porque obliga a los docentes que quedan dar más clases. «Las darán peor porque no van a tener tiempo de prepararlas ni de atender suficientemente a cada estudiante. Además, también tendrán menos tiempo para investigar, y esto va a traer consecuencias negativas en nuestra posición en los ránkings», afirma.«Si pensamos en el futuro que vamos a dejar a la sociedad, esto es catastrófico»«El vacío generacional llegará a la UPV de golpe, cuando vengan las jubilaciones en bloque»Los recortes han generado un tapón en una plantilla donde la promoción de plazas se ha detenido. «Hay un malestar muy grande entre la gran cantidad de profesores no permanentes que deberían haber pasado a permanentes pero no han podido y entre los que tienen acreditada su cátedra y no pueden promocionar», revela un docente de la Escuela Universitaria Politécnica de Donostia.«Entre nosotros existe la sensación de que la Universidad va hacia abajo, y es algo muy triste», lamenta el catedrático de Física. «Los que son buenos profesionales seguirán haciendo bien su trabajo, pero sin la ilusión de antes», añade. Quizá la han perdido porque han visto lo que le aguarda a la UPV en un futuro no muy lejano. «En mi laboratorio se jubilan el año que viene cuatro personas y después otras diez; el más joven de entre nosotros tiene 40 años. El vacío generacional va a llegar de golpe a la universidad, cuando vengan las jubilaciones en bloque y no haya nadie para reemplazarlas», dice un profesor. «Se va a romper la cadena del conocimiento porque los que están no van a poder transmitírselo a nadie», confirma un catedrático de Ibaeta.«Se está ahorrando un poco de todo»«Se está ahorrando un poco de todo. Antes se invitaba a gente extranjera para formar parte de tribunales de tesis, que es lo que se hace en todas partes, per0 eso ya se ha cortado», afirma un catedrático de Ciencias. El ahorro se nota también en las clases, en las que han desaparecido las partidas para sacar fotocopias a los alumnos. «Ahora pasamos los apuntes por pdf o correo electrónico y que cada uno se los imprima como quiera», dice un profesor que reconoce, no obstante, que no por eso va a bajar la calidad de la enseñanza. «En cualquier caso -dicelo que merma es la autoestima de los profesores». Ante todo, se lamenta por «los escasos recursos para intercambio internacional, que es algo clave en la investigaciónavanzada», y por la escasez de dinero para mantener los sofisticados equipos de los laboratorios que la UPV adquirió hace años, cuando había fondos para ello.Fue aquella una inversión que ha dado excelentes resultados científicos, pero ahora las máquinas corren el peligro de quedarse obsoletas y, sobre todo, de perder su elemento humano. Con menos profesores, menos becarios y menos prácticas, ¿quién las manejara

Javier Guillenea San Sebastián. Cuand

2015-05-02T00:00:00

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